Existen varias teorías sobre cómo el FC Barcelona adoptó sus icónicos colores azul y grana, pero ninguna está respaldada por documentos oficiales. Las dos versiones más populares entre los aficionados son igualmente interesantes. Una sostiene que Hans Gamper, fundador del club y suizo de origen, quiso traer los colores del Basilea, su antiguo equipo. La otra apunta a Arthur Witty, uno de los primeros presidentes, que habría elegido los colores de su colegio británico, el “Merchant Taylors”, donde jugaba al rugby. Sea cual sea la versión real, lo cierto es que el azulgrana es ya sinónimo de identidad culé.